FERNANDO BOTERO


Por Marta Traba
(Comentario sobre la exposición de Botero en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, en 1964)

"El mayor problema que plantea la muestra de Botero es el de la fealdad; es difícil de aceptar porque se refiere a una apariencia; está maltratando únicamente la superficie, el volumen o la dimensión normal de las cosas. No es una fealdad moral, de adentro, de contenidos, que traduciendo la esencia dramática del hombre llega a producir monstruos. Nada de eso: la fealdad de las figuras de Botero es lo que está, ni más hondo ni más lejos de lo que está. Se presenta como una invención enorme y mítica de formas nuevas, tan distintas a las reales que no aceptan con ellas comparación alguna. El Papa negro no es la caricatura de tal o cual personaje vivo. No; es un volumen que a fuerza de crecer, de avasallar, de ocupar compulsivamente el espacio y de eliminar cualquier punto de referencia, llega a asumir perfectamente el papel de todo. Cada forma de Botero pretende ser, así, un mundo total. En el artista convive también el poco ceremonioso cuentero antioqueño, lleno de sentido del humor... En sus cuadros es fascinante leer un sinnúmero de historias en las que, como en los cuentos, la culebra, la mosca o la manzana están ahí porque se necesitaban para completar la composición".

Fernando Botero. (Medellín, 1932). Es el pintor, escultor y dibujante colombiano más reconocido en el planeta. En 1948 se inicia como ilustrador en el periódico El Colombiano, y participó en su primera colectiva. En 1951 obtuvo el Primer Premio del salón Nacional de Artistas. En 1952 comenzó sus estudios en la Academia de San Fernando de Madrid y en este aprendizaje copió obras de Velásquez, Goya y Rubens, definitivas para su formación. Posteriormente viajó por Europa y estudió en Florencia las técnicas de la pintura al fresco. Tras su regreso de Italia expuso su trabajo en Bogotá el cual levantó una crítica adversa. En 1956 contrajo matrimonio con Gloria Zea y partió para México donde conoció a Rufino Tamayo y a José Luis Cuevas. Allí encontró el verdadero camino de su arte y empezó a buscar la estética de lo monumental que hoy lo define en el mundo. En 1957 viajó a Estados Unidos donde realizó su exitosa exposición en el Pan-American Union de Washington. En 1958 fue nombrado profesor de pintura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Bogotá y ganó el segundo premio del Salón Nacional con la obra Alcoba nupcial.
En 1961 regresó a Nueva York y vendió su obra Mona Lisa a los doce años al mítico Museo de Arte Moderno de esa ciudad. En 1966 expuso en Alemania y después inauguró una serie de exposiciones por toda Europa que lo llevaron a ser uno de los pintores más cotizados del mundo. En 1974 murió en un accidente de tránsito su hijo Pedrito, nacido de su segundo matrimonio con Cecilia Zambrano, lo cual fue un golpe devastador para el artista exorcizado en numerosas obras. En 1973 se instaló en París y en 1983 abrió casa en Pietra Santa (Italia) donde aún tiene su taller de escultura. Su obra comenzó a ser requerida por los museos más importantes de Europa y América y se convirtió en un referente universal. En los Campos Elíseos de París presentó una muestra de su escultura monumental, así como en la Gran Avenida de Nueva York, en el Paseo de los Recoletos de Madrid y en otras avenidas emblemáticas de las ciudades más importantes del mundo. En 2004 expone su serie "Una mirada diferente" alusiva a la violencia que padece Colombia, donde los carro-bombas, las masacres y los guerrilleros son protagónicos. La serie de "Abu Ghraib" con ocho decenas de cuadros representa los horrores de la invasión de los Estados Unidos a Irak y fue inaugurada en Roma con gran detonancia internacional. En 1998 donó 123 obras de su autoría y 87 de grandes artistas del mundo al Museo Botero en Bogotá. En el año 2000 hizo una gran donación de obras suyas y 21de artistas reconocidos al Museo de Antioquia. En la actualidad vive entre París, Nueva York y Pietra Santa.